Mi crisálida

Me he quedado encerrada en mi crisálida.
Esperando una metamorfosis imposible.
He dormido cien años invernales.
Envejeciendo cuerpo y alma y sin alas.
Esperado que rompiera mi capullo,
lo rasgué hasta perder en el mis manos.
Busqué puertas y ventanas que no había.
Quizás deba inventarme otra salida.

Versear

Versear, dejar que vuelen las palabras.
Que naden por espacios infinitos.
Que surjan como besos enlazados.
Acariciando oídos inexpertos.
Despertando almas y suspiros.
Contar sin voz, lo que grita un cuerpo.
Los espacios, los ecos.
De un amor que suene eterno.
De una belleza que sin serlo aturde.
Susurrar en tinta negra.
Versear.

Para tus manos

Para tus manos

El barro de mis nalgas, entreabiertas.

Para tu boca.

El desatino de mi lengua,

serpiente lujuriosa.

Para tus ojos.

El infierno de los míos

El placer de una mirada libidinosa.

Para tu cuerpo,

mi carne, marfil .

De olores y sabores innegables.

Delirio de Luna

Lento, aletargado y somnoliento
ávido en palabras pero con los ojos de muerto...

El lobo aullaba en su madriguera
ávido de sangre y amor de luna.
Sed, hambre y deseo de ser hombre
pasión, locura y deliro de ser libre.
Se desgarro en un grito eterno
su piel de erizada sus uñas clavadas en la tierra
y sus ojos hundidos en el infinito.
El viento del oscuro bosque
plateado pelaje le agita
los recuerdos le están despedazando.

Su sangre hierve la trasformación en inminente
ella los espera lo ama lo desea
bajo el balcón de sus sabanas de seda.
Con sigilo entre las sombras oculto
como el Dios del sueño inducido.
Acrecentó su deseo y comienza su cortejo.
La carne echa verdad y sentimiento
se desliza como humo como viento.
Atraviesa los muros de su cuerpo
dos amantes sin mesura sin cordura
si miedo al tiempo ni al infierno


imagen de conrad roset

Kimbra

El sonido de la noche

Me gusta escuchar el sonido de la noche,
oír el silencio, de tus caricias en mi cuerpo.
Contar cada eco de tu respiración,
y sentir tus latidos en mis senos.
Poder disfrutar todo el tiempo para amarnos
Abrazarte hasta caer rendida,
que mis brazos sean tu morada divina.
Te amaría tanto en mis sueños,
hasta beberme tu vida, y hacerla mía.
Caminaría contigo, de la mano.
Caminaría contigo, despacio,
sin prisa cogidos de la mano,
cual novios en su primera cita.
Mojaría tus labios con mi saliva,
y después amor… despertaría.
Volar con mi mente,
y atravesar los muros de tu cuerpo.
En sus llanos, reposar como jinete.
Y en los montes sublimes de tu pecho,
mi cabeza apoyar, sobre algodones.
Impregnarme, del olor que emana de tu cuerpo,
de flores y romero.
Mis dedos cual sierpes,
enredarse en tu pelo, topacio y azabache.
Y por fin morir entre tus labios,
bebiendo en veneno que me ofreces.




Imagen de conrad roset

Volverán los colores

Volverán los colores a sembrar de primavera mi melena.
Mientras tanto, tejeré entre silencios de mi invierno ya perene.
Un sol de calidez.
Que encienda mis temores.
Haga llama de mis dudas.
Rompa el tallo de mis sierpes.
Y cual espiga silbare a tus oídos.
Hasta el último grano de tu olvido

El ángel

El ángel extendió sus alas.
Rozando corazones.
Con sus puntas aladas.
A su paso abrió canales.
De agua y sentimientos.
Dejo que su cuerpo,
fuera aire.
Azul de partículas de vida.
Y voló sin miedo.
Cruzo almas.
Traspaso los cielos.
Hasta que bajó a tus manos.
Y lo volviste palpable
Visible a los ojos
Deslumbrante de luz
Blanco de alma
Puro y hermoso.










Imagen de conrad roset

Ojitos de mora tienes

Como la noche se cierne
sobre la cal azucena.
En tus sienes como broches
centellean mil estrellas.

Ojitos de mora tienes.
Verde color de aceituna.
Que plena de madurez.
Se pasea desdeñosa

Se oye un canto muy bajito
Que dice ,habla, declama.


Mora ,morita mía.
Reina de la morería.
La de boca carmesí.
El pelo negro cabriolas.
Ay qué pena la mía
cuando los mozos
te ronden.
¿Que será de mi morita?
Reina de la serranía




Imagen de conrad Roset

Cuando me abrazas

Cuando me abrazas, dormida.
Cuando el remanso de tú amor,
en mi reposa.
Oigo caracolas, que me silban los oídos,
con sus ecos bellos.
Y dormida en tu mar, amanecer,
rebosante de luna en las mejillas,
llenas de luz, plenas de amor.



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Imagen de Conrad Roset

Aún despierta, me parece bella

Tumbada en el diván.
Con las piernas entre abiertas.
Dejaba asomar el enjambre tupido de su bosque.
Toda ella emana una luz de nácar y marfiles.
La boca entre abierta era un cáliz de suaves texturas.
Un recital hermoso a la vista.
Su cabello enredado en sus senos,
como remolinos de furia,
deja entrever tímidamente sus carnes blancas.
Aún despierta, me parece bella.






Imagen de Conrad Roset

Dulce mal trago me llamaste.
Y de fondo, las luces de neón.
Y tú y yo bailábamos.
Borrachos de amor.
Sedientos hambrientos.
De saber, a que sabían nuestras carnes.
Y te miré.
Vi que me amabas.
Mientras dibujabas en mi ombligo,
círculos hipnóticos.
Me besaste.
Rozaste tus alas.
Libélula azul fuiste en mis labios.
Y yo tu triste Cleopatra.
De ojos nocturnos.


imagen de Conrad Roset

La Musa

Penetrame el alma.
Tan fuerte, que la soledad,
huye aterrada por tu incoherencia.
Aplasta tu cuerpo contra el mio.
Quiero un ahogo de besos metílicos
con sabor a humo y amargura.
No quiero que me quieras
Que me amas.
A si como amo la soledad
de tus carnes, de tu boca.
Llena la mía de rosas rojas.
Solo en esta hora
maldigo esta musa ardiente
febril de nostalgia
pálida hermosa.



imagen Conrad Roset

Naci poeta

Naci poeta.
Del vientre ,
donde crecen las palabras.
Antes de voz ,
tuve jardines de letras,
que exploraba, gozaba.
Mi mente ere una esponja ,
me llenaba hasta
explotar de amor .
Manchando todo.
Salían de mí ,
como caballos desbocados,
sin rienda alocados .
Hasta que vi en mí,
la mano mansa que apacigua.
Ordena y manda.

imagen de nicoletta

Amanecí

Amanecí con la cabeza enmarañada de tus besos.
Con tu olor impregnado y colgando a jirones de mi pecho.
Y tu voz, en susurros arrullando mis silencios.
Me miraste.
Sonreíste.
Y continúe con mi sueño.

libélulas

Era una niña rara, sus ojos eran cristales opacos, su cabello un enredo de brisa marina y su boca de pez hacia burbujas de espuma y sal.
Dormitaba en la arena de la playa, dibujando con sus dedos diminutos eclipses de hipnóticas libélulas azules.

Y soñaba con las nubes ya preñadas de versos de colores y una lluvia fina de metáforas.

imgen Nicoletta

La oscuridad que hay en mi

Tengo miedo a la oscuridad que hay en mí.
La que siento que me abraza por la espalda,
y me asfixia cada noche entre mis sueños.

Me enreda la cabeza con versos alocados.
Blasfeman palabras sin sentido rompiendo mis oídos.
Y sueño con luciérnagas preñadas de luces que me ciegan.

Rompo mis manos en papeles arrugados,
buscando versos soñados entre sudores.
Alocados pensamientos febriles y nostálgicos,
de musas marchitadas suicidas de una noche.

Despierto con los ojos empapados en verdades
El cuerpo roto de buscar lo ya encontrado.

A tientas, como ciegos del alma

A tientas, como ciegos del alma,
buscamos el calor del amor, en palabras raras.
Vagamos descalzos.
Desnudos de besos, hambrientos de sexo.
Abrazando cuerpos, que no tienen cara.
Ni voz y apenas olemos su alma.

La hija de lilith

Soy esa que todos repudian
todos aman
El cerebro de luna radiante
cuerpo de espiga cimbreante
Soy esa que duerme despierta
Vuela debajo de la tierra
sin dios ni bandera ni religión
Vástaga de un credo iluminada
Soy el todo y la nada el beso en el agua
el vientre fecundo de hermosas palabras
mujer madre amante del todo la nada

Imagen de Nicoletta