viernes, 31 de agosto de 2012

Los Marineros






Encarna camina lento,

de la mano de su niño.
Por la cuesta del calvario,
hasta el espigón maldito.
Ya llegan los marineros
-¿Dónde estará mi mario?
Sus ojos los están buscando
Mas solo encuentran desatino
-Pepe, Juan, Antonio, Esteban,
donde esta mi fiel marido.
Con la cabeza en el suelo
ninguno le presta oídos.
Encarna corre a la orilla.
la jalan por el vestido.
-Señora dese la vuelta
que está llorando el chiquillo.
Cae al suelo de rodillas
y las olas por testigo.
Muerde una letanía
y la escupe al mar bravío.
- Maldito seas mar nuestro
de pan y sudor maldito.
Te llevaste un hombre bueno.
Marido padre y amigo.
Encarna enjuga su llanto
Con los bordes del vestido.
Se levanta temblorosa
y corre abrazar al niño.
Que la mira y rompe en llanto.
¡Ay qué pena de mi niño!
-No llores tú mi pequeño.
Mientras que tu madre viva
no te faltara un lucero
que brille sobre tu cama
y vele tan tierno sueño.
en la mesa siempre pan
Vino, pescado fresco.
Mira al cielo niño mío
Es azul mar de los muertos