jueves, 6 de octubre de 2011

Hoy seré lo que quieras que sea




Hoy seré lo que quieras que sea.
Madeja de hilo, que se enreda entre tus dedos.
O la gata de ojos tristes, que se acurruca en tu alcoba.
Seré el mar, si me lo pides.
Fuerte de olas hambrientas.
Que devora lo que toca.
Para morir abrazada,
entre tus rocas.






imagen de Nicoletta

viernes, 30 de septiembre de 2011

Mi jardín secreto de locuras


Hoy ando un poco perdida,
en mi jardín secreto de locuras.
Donde anidan sueños creativos,
y renacen ideas ancestrales.
Me he quedado dormida ,
entre el follaje.
Con hadas envejecidas,
de cabellos blancos
y caras arrugadas.
Me miran tristemente.
Son musas olvidadas.
Versos nunca escritos.
Poemas fallecidos.
Plumas sin tinta ni cobijo.
Poemas desterrados al olvido







imagen de Nicoletta

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mi corazón





Mi corazón
Es un viento de alfileres.
Tú le soplas los quejidos
Y él se hiere












imagen de Nicoletta Ceccoli

lunes, 26 de septiembre de 2011

Una flor abierta desgarrada


Soy una flor abierta desgarrada.
Esparciendo mí aroma entre tus dedos.
Abriendo yagas a mi paso,
manchando las cuencas de tus manos.
No soy poeta de versos largos.
Son mudos mis silencios.
Rotos mis abrazos.




Imagen de Nicoletta Ceccoli

domingo, 25 de septiembre de 2011

Libélulas azules








Vuelve a mi libélula te imploro clemencia.
Pósate en mis ojos aletea suave y devuélveme el sueño que un día me robaste, la risa las ganas de vivir, vuelve a mi


Abro los ojos.
Sueño.
Libélulas azules,
satélites danzantes.
Dejando estelas,
por todo mi cuerpo.
Hablo con ellas,
me inquieta,
lo que dicen.
Sus alas,
colgadas al sol,
me ciegan.
Una lluvia,
prefabricada salpica,
mis manos ensortijadas,
de tus besos.
Corro.
Mas mis pies,
siguen soñando.
Están mojados,
de metal.
Sumergidos en chatarra.
Me Silva.
Sueña.
razona late tiene vida.

Ando ciega buscando una mirada


No sé con qué ojos he de mirarte.
Si en el hueco donde dormitaban los míos,
anidan ahora golondrinas,
Ando ciega buscando una mirada.
O unos ojos que al hueco, vengan justos.
Dos satélites hermosos me danzaron
Recelosos del hueco, ellos querían,
mirar por un día desde dentro.
Y tú, paseando dentro de ellos.
Me sonríes y te burlas aun sabiendo.
Pero ves, no te veo ya no hay ojos.
Solo quedan dos satélites y un hueco
Adornado de ramas abrazadas.
Y picos amorosos.








Imagen de Nicoletta