Reviéntame la boca.
Llévate los dientes, mi lengua, mi voz.
Enciérralos en la cueva más oscura.
Allá donde reposa mi alma blanca.
Con soldados de barro.
Medusas, candados de alabastro.
Cierra.
Sella.
Pero aunque mis manos se cubran de madre selva.
Seré poeta.
Por baluarte la palabra mis metáforas inquietas.
Y cuando muera, en mi epitafio.
Cuando mi cabello se cubra de rosas blancas
Escribirán.
Aquí duerme una poeta que soñó con ser libélula
no la despierten que vuela.
Libelle es solo una libélula preñada de versos de colores mojada de una lluvia fina de metáforas
jueves, 10 de enero de 2013
lunes, 7 de enero de 2013
El cráneo abierto.
El cráneo abierto.
Oleada de gaviotas,
picotean el cerebro.
Marejada, desbandada,
ideas desbordadas.
Olores a salitre.
Sangre en las mejillas.
Y el mar en mis pulmones,
dejando astillas
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